LA MAGIA DE LA ALEGRÍA
Puede
ser que pensemos, incluso que tengamos muy arraigado dentro de lo más hondo de
nuestro ser, que en estos tiempos convulsos y tan poco igualitarios de un mundo
globalizado en que nos ha tocado vivir, no quede sitio para la alegría de la
vida, pero a veces nos sorprendemos muy gratamente con una explosión de ella.
Una
de esas explosiones de jubilosa algazara nos la regala la escritora
vallisoletana María Ángeles
Cantalapiedra con sus dos novelas “Sevilla…
Gymnopédies” y “Mujeres descosidas”,
publicadas las dos por Sial Pigmalión.
En
ambas, las protagonistas son dos mujeres muy diferentes. Ana María, en la
primera, es una jovencísima periodista que tras la muerte de su padre, recibe
una oferta de trabajo que la lleva hasta Sevilla y su vida sufrirá allí un
cambio radical. En la segunda, Juana es una mujer en la cincuentena hundida en
su propio caos que también se traslada, esta vez a las montañas de Asturias,
para poder descifrar el contenido enigmático de trece cartas que ha descubierto
en un olvidado baúl en el desván de la casa de sus padres, para poder salvarse
o morir sin alcanzar su liberación del desasosiego en el que se halla sumida su
vida debido a tanto desamor y despego que ha recibido siempre de su madre.
Tanto
Sevilla… Gymnopédies como Mujeres descosidas tienen una
estructura semejante aunque sean novelas muy diferentes: dos historias
paralelas que van convergiendo en una única, unas mujeres arrebatadas, un humor
contagioso, una intriga y un suspense cuidadosamente dosificados, un lenguaje
fresco, coloquial y chispeante delicioso, una ternura sentimental, una
sensibilidad afectuosa, un regocijo divertido, y, sobre todas las cosas, unos
personajes, tanto protagonistas como secundarios, maravillosos originales,
chispeantes y vitales, perfectamente dibujados que alcanzan la cima de lo
sublime.
Delicadeza,
jovialidad, creencia certera en la bondad del ser humano, positivismo
enardecido y ausencia de farsa y superchería son las claves de María Ángeles Cantalapiedra para tejer
con hilos de optimismo cautivador y fascinante sus dos primeras novelas, con
una habilidad que resulta sorprendente gracias a la escritura potente de la
autora que plasma en el papel todo aquello que la conmueve y que no es otra
cosa que una visión ilusionada y optimista de la vida, llena de magia,
misterio, sutileza, dulzura y paz consigo misma, no exenta de dolor y lucha
contra nuestros propios fantasmas.
Ana,
María, Lola, Ayumu, Jaime, Bosco, Juana, Regalito, Jesús, Úrsula, Bruno,… te
están esperando para contarte todo lo que, posiblemente, podías intuir, pero
necesitabas conocerlos para darte cuenta que todo es mucho más bello que lo que
nos cuentan. Además, te lo podrán referir de una manera en lo que prime la más
cruda realidad o con la más subyugadora fantasía porque ellos son así de
especiales e ilusionantes. Ambas maneras, en las manos de María Ángeles Cantalapiedra, se llenan de belleza, pero yo, puesto
a elegir y siendo las dos igual de buenas, me quedo con el hechizo de la
literatura que te hace volar por mundos fantásticos e imaginarios más allá de
la razón. Yo me quedo con la magia de la alegría.
©Juan Pedro Martín Escolar-Noriega
©Juan Pedro Martín Escolar-Noriega
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