En estos días está visto que está de moda Miguel de Cervantes y Saavedra, aunque para desgracia no sea por ser el autor de la genial El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, del que se va a celebrar este año el cuatrocientos aniversario de la publicación de su segunda parte, sino por la aparición de unos supuestos restos aparecidos en el convento de las Trinitarias de Madrid que se dice que pertenecen al insigne manco y que son prueba fehaciente de que allí fue enterrado. Y es que la vida de nuestro gran maestro de las letras está envuelta en muchas sombras e incógnitas.
Cae, seguramente no por casualidad sino por mi amor por la literatura y la historia, en mis manos La sombra de otro de Luis García Jambrina, y con regocijo leo una historia novelada de la vida de Cervantes muy original y bien escrita y documentada que nos transporta a la sociedad de finales del siglo XVI y principios del XVII.
La historia arranca cuando un profesor de literatura encuentra, por casualidad, unos papeles antiguos escritos en caracteres arábigos con el nombre de "Confesión de Antonio de Segura", enemigo en la sombra de Miguel de Cervantes, a quien envidia con toda su alma y persigue de manera implacable con la intención de destruirlo. En ellos, Antonio de Segura o Sigura nos relata, desde la cárcel, como conoció a Cervantes en su juventud y como fue herido por él en el curso de una pelea, suceso que cambiaría para siempre el destino de ambos.
A partir de ahí se suceden las peripecias, los conflictos, los misterios, las rivalidades personales, la lucha por la supervivencia y por hacerse un hueco en la Corte y en el mundo de las letras, hasta componer un fabuloso recorrido por la vida del autor de El Quijote.
La sombra de otro es una novela histórica llena de luces y de sombras como fue la vida de Cervantes y repleta de intrigas, conflictos personales y misterio sobre un personaje que tuvo una existencia tan llena de aventuras y peripecias y vicisitudes novelescas y que, sin embargo, tiene escritas tan pocas obras de ficción. La vida de Cervantes fue muy azarosa al tener un espíritu muy viajero al no permanecer durante mucho tiempo en el mismo lugar. Una vida llena de conflictos, tensiones, desgracias, desventuras y miserias que en la novela esta narrada por un envidioso, Antonio de Segura, lo que nos permite conseguir una perspectiva más completa de la persona ya que la envidia del narrador parte de la admiración que siente por Cervantes al que, al mismo tiempo, odia profundamente por lo que nos va a contar todo lo bueno pero va a intentar destruir la imagen de su contrario.
Antonio de Segura fue un personaje real que aparece en las biografías de Miguel de Cervantes aunque se le despacha en apenas dos líneas. Ambos eran dos amigos en su juventud que sufrieron un encontronazo con una pelea y un duelo donde Antonio de Segura resultó malherido y desfigurado. Cervantes en esa época ya había ocupado un sitio en la Corte como poeta y este suceso le cambia toda su vida al tener por su causa que huir a Roma con lo puesto. Y es aquí donde Antonio de Segura se obsesiona por influir en la vida de nuestro más insigne escritor allí donde se encuentre para hacer de él un desgraciado.
Volviendo al misterio de Cervantes, sabemos que nace en 1547, supuestamente en Alcalá de Henares. Vivirá en Madrid y Valladolid y, tras una serie de sucesos narrados en la novela, lo encontramos en 1571 en la batalla de Lepanto. Cuando regresa a España en 1575 es apresado y llevado cautivo por los turcos a Argel. Tras su liberación regresa a la Corte y empieza a publicar y, tras muchas penas y cárceles, en 1605 publica El Quijote en su primera parte.
Luis García Jambrina no quiere hacer una biografía novelada de Cervantes y así esa vida es contada por un enemigo acérrimo enfermo de envidia por él, dándonos una visión muy original de un personaje fascinante y singular lleno de humanidad y con grandes defectos y sombras.
Luis García Jambrina no escribe una novela sobre Cervantes simplemente sino que también hace una novela sobre la envidia, el fracaso, el odio, los celos y las paradojas que se dan entre el éxito y el fracaso entre dos personajes que son muy conflictivos y con mucha tensión entre ellos y que le permiten desarrollar todos estos temas, y que nos hacen descubrir que nada ha cambiado a través del tiempo y que todo se repite, pudiendo el lector establecer analogías entre ese mundo del Siglo de Oro español que abandonando a sus suerte a sus ciudadanos con el actual no tiene muchas diferencias.
Luis García Jambrina consigue con este narrador un punto de vista realmente nuevo y acertado que nos lleva en un viaje itinerante a Alcalá de Henares, Madrid, Valladolid, Córdoba, Sevilla, Roma, Lepanto, Mesina, Sicilia, Cerdeña, Nápoles, Argel, Orán, Denia, Lisboa, Esquivias, Toledo, Écija, Granada, Cartagena, Jaén o Úbeda, y nos presenta a personajes históricos como Felipe II, Isabel de Valois, el príncipe Don Carlos, Mateo Vázquez, Juan López de Hoyos, Cardenal Acquaviva, Juan de Austria, El Duque de Lerma y Lope de Vega del que Cervantes sentía admiración pero que, en cambio, recibía hacia él absoluto desprecio, sobre todo por el Quijote, cosa inexplicable ya que Lope era un ídolo en su tiempo, mientras que Cervantes nunca llegó a ver reconocida su valía en vida y, aunque se le estimara como poeta y escritor, nunca llegó a tener la fama y éxito popular del Fénix de los Ingenios que arrasaba con sus obras de teatro.
La sombra de otro es una fascinante novela que nos demuestra que nuestra historia es una mina aunque no se la utilice. Es una novela con rigor histórico, perfectamente ambientada con una perfecta recreación de la época y también con intriga y emoción que consigue enganchar desde sus primeras líneas.
Luis García Jambrina con La sombra de otro inaugura con gran lujo los dos años cervantinos que nos esperan en los que se celebrará el cuarto centenario del Quijote y de la muerte del manco de Lepanto. No puede haber mejor inicio para celebraciones tan importantes para nuestra cultura.
©Juan Pedro Martín Escolar-Noriega
©Juan Pedro Martín Escolar-Noriega