lunes, 4 de diciembre de 2023

Nunca más

    





    Nunca más, primera obra publicada por la escritora Emecé Condado, es un libro contradictorio, pero, por favor, no toméis este adjetivo como algo peyorativo, sino todo lo contrario y seguid leyendo. Nunca más, en su portada, pone que es un libro de relatos y es una novela compuesta por diez relatos; se supone que es un libro de los denominados eróticos, que lo es, pero no se queda solamente ahí, sino que profundiza en temas que están muy candentes en nuestra sociedad por lo que trasciende a la etiqueta de simple libro erótico.

    Nunca más es como una de esas muñecas rusas matrioshkas, cuya originalidad consiste en que en su interior alberga una nueva muñeca, y esta a su vez otra, y así sucesivamente. Emecé Condado ha escrito un libro que se me asemeja la matrioshka mayor que en su interior, al abrirlo y leerlo, vas descubriendo la demás muñecas que son los relatos, a su vez llenos de personajes sorprendentes que se interconectan entre sí con una multicoloridad fascinante que dan al libro un tono acorde y consonante de novela compuesta por relatos en vez de capítulos.

    Chicas a las que les gusta que les miren bonito; niñas que con el olfato ven colores; mujeres que saben que alguien va a morir cuando en la lengua sienta calambres; vampiros emocionales; violadores; chiquillas violadas por un sacerdote asqueroso; muchachas preciosas, pero que en su interior ocultan lo más horrendo que se puede imaginar; chicos que han tenido una madre maltratada y que no están dispuestos a que la violencia se instale en la sociedad; espabilaos que se creen irresistibles y son meros imbéciles; el sexo concebido como un espacio compartido por mujeres y hombres apartado de esos papeles enojosos que lo despeñan al mayor de los desastres con unas consecuencias muy diferentes a los hombres y a las mujeres, totalmente perjudiciales hacia ellas por el papel que el patriarcado las ha querido siempre asignar y con la dominación operativa calculada, astuta y artera que ha sufrido la mujer por el simple hecho de serlo; mujeres empoderadas que por fin se han hecho las dueñas de su sexualidad; discriminación de las mujeres; violencia de género; el anhelo esperanzado de que en el mundo el sexo sea placer y nunca sufrimiento, con una relaciones sexuales en completa libertad, compartidas y siempre consentidas, sin que la mujer sea juzgada por la sociedad por el mero deseo de vivirlas.

    Nunca más es una novela compuesta por diez relatos a modo de capítulos que son relatos reivindicativos que Emecé Condado ha escrito con un lenguaje muy explícito sin ningún tapujo. Un lenguaje que llega al lector como disparos al centro de su conciencia que clamará que nunca más una mujer tendrá que sentirse condicionada por el qué dirán cuando decide que quiere vivir su sexualidad con la misma libertad y en las mismas condiciones que la sociedad deja vivirla a los hombres, sin ser reprobada y catalogada por ello.

    Nunca más habla del placer y de las consecuencias que lleva consigo, de mujeres violentadas unas y de mujeres con poder, dueñas de su sexualidad, otras, de sexo placentero  unas veces y muy doloroso en muchas ocasiones, para que cada uno haga un análisis y recapacite sobre el asunto, en las escenas más placenteras y en las más infernales que nadie debería vivir, unas relaciones sexuales que tengan lugar en un escenario de total libertad, con el mismo protagonismo de todas las personas que en ellas participen sin juicios hacia las mujeres por el hecho de serlo.

    Nunca más es un libro fascinante cuya lectura entusiasma, con unos personajes vivos y cercanos que quieren vivir sin injusticias. Un libro que al principio dije que es contradictorio porque no es lo que parece ser, aunque sea una obra totalmente acorde y consonante con lo que Emecé Condado nos quiere decir, consiguiéndolo con creces. Es contradictorio hasta en el título. Está muy claro lo que la autora nos quiere decir con él, pero dejadme una última opinión: Nunca más es sólo el principio, Emecé Condado, así que tienen que venir muchos libros tuyos después de éste que yo leeré con la misma atracción y placentera alegría con que he leído tu primera obra, una primera obra contradictoria porque es muchísimo más de lo que promete ser.