jueves, 15 de mayo de 2014

Betsabe leyendo - Sofía París



La familia Aponte alquila un piso en la calle Camelias de Málaga. Días después el casero les regala un cuadro titulado “Betsabé leyendo”, pintado, según les dice, por Rembrandt. Los Aponte cuelgan en cuadro en el salón del piso. Los primeros días el matrimonio no puede evitar percatarse de la presencia del cuadro. Hay una aureola misteriosa en ese cuadro que les obligaba a fijarse constantemente en él. La tal Betsabé no parece que esté posando para el retratista, más bien semeja una fotografía captada furtivamente, sin permiso de la lectora que en ella aparece. Toda la vida del matrimonio comienza a relacionarse extrañamente con el misterioso cuadro…

Éste es un libro extraño. En este libro se cuenta la historia de una familia cuyos integrantes desde el principio de los tiempos nacen, se casan y mueren en domingo. En este libro viajamos por Málaga, Mataró, el Valle de Arán Estados Unidos y Holanda. En este libro nos encontraremos con un cuadro de Rembrandt posiblemente falso o seguramente auténtico. En este libro nos encontraremos con Amador, Esperanza, Julio, Antenor, Naiquen, Marta, Silvia, Evaristo, Benjamín, Alejandro Magno, Rembrandt, Hendrickje, Abraham Lincoln y John Fitzgerald Kennedy. En este libro hay alquimia en una moneda de una aleación desconocida que es capaz de curar enfermedades.

Betsabé leyendo de Sofía París es una novela cuanto menos extremadamente original que hace unos días me encontré en una edición Kindle y que me puse a leer con curiosidad. He buscado por todas partes datos de la autora y no he conseguido encontrar nada por lo que este libro tiene aún más un aura de misterio. Nos cuenta la historia de varios personajes entre los años sesenta y ochenta del siglo pasado que se entrelazan como una tela de araña en una trama bien escrita y muy entretenida a lo largo de cuarenta capítulos.

"Aquella madrugada de domingo, todos los vecinos del bloque transitaban por el piso de alquiler que tenían los Aponte en la calle Camelias. Los ojos de la mujer del cuadro, que pendía cómodamente en el comedor de la vivienda, no paraban de seguir a todos los que se acercaron hasta el caluroso piso. El ajetreo era incesante. La cotilla del primero, el viudo del ático, los jubilados del rellano y hasta aquel matrimonio con cinco hijos que nunca les dejaron hacer la siesta el domingo, estaban dentro del comedor. Apiñados. Todos querían ayudar de una forma u otra. La comadrona, Doña Ángela, solicitó silencio a los presentes y sacó al rellano a cuantos hombres había en la casa."

La autora escribe con un estilo muy fluido y de fácil lectura lo que hace adentrarte en la historia que sigue un ritmo constante del que no logras desengancharte pese a que los personajes van y vienen mezclándose en la narración. Una novela incalificable pero que me ha dejado un poso de verdadera satisfacción. Espero que pronto volvamos a ver algo de Sofía París y que descubramos de quién se trata. Desde luego Betsabé leyendo me ha parecido una obra bella como lo es su cuadro protagonista y tan inquietante y extraña como él. Las historias siempre tienen un principio, desarrollo y final; aunque no necesariamente en ese orden.